En Opinión De Héctor Almazán, El Independiente.

ASALTO A LA DEMOCRACIA.

Desde el poder, López Obrador y su régimen 4T han lanzado muy fuertes e irresponsables declaraciones todo el tiempo, de manera sistemática, para minar, socavar, restar credibilidad a todos los opositores, sean ciudadanos, sean militantes, simpatizantes de algún partido político y por supuesto, en contra de autoridades autónomas como el INE e incluso, en contra del Poder Judicial Federal. La gente que sigue al Presidente cree que todo lo que dice es cierto, “cómo no, si lo dice el Presidente.” Se han dado disparates tales como “que legisladores de oposición deben ir a prisión por traición a la patria” que “el PAN debe perder su registro porque en sus filas estuvo García Luna” o que “el poder judicial sirve a delincuentes” no se diga de que “los partidos de oposición defienden intereses de los conservadores, impiden que López apoye a los más pobres” o que tal la campaña de desprestigio de “que la autoridad electoral sale muy cara, que es la mafia y que no sirve” y la última, “que el poder judicial libera a los delincuentes y que va a echar abajo su plan B.”

Después de todo ese discurso ideológico, polarizante, que no se ha materializado, no por falta de voluntad del Presidente, sino por la fuerza de nuestra Constitución y de nuestras instituciones democráticas, que han resistido sus más oscuros apetitos dictatoriales, es bueno preguntarnos ¿Qué nos queda de pluralidad y democracia si desde el poder se acaba con todo ello que ha estado golpeando? Nada, o más bien, un régimen dictatorial, totalitario, pues ya anhelan un Poder Legislativo sin oposición, pérdida de registro de los Partidos de Oposición más fuertes, dejando uno que otro para aparentar ”democracia” o peor aún, apropiándose de órganos autónomos como el INE para acceder al padrón electoral, hacer campaña desde el poder, meter dinero del crimen organizado a las campañas e incluso, lo que hemos vivido, agresiones e intimidaciones a opositores por grupos armados en plenos procesos electorales. Por lo que respecta al Poder Judicial, incitar al odio, es cometer apología del delito, sancionado en la ley penal, para que las turbas linchen a aquellos señalados bajo su dedo flamígero, ¿Qué juez se atrevería a contradecirlo bajo esa presión?

Por ello, hoy más que nunca hay que desprendernos de nuestras etiquetas partidistas, de nuestra pulcra y nula participación política electoral, de nuestra orgullosa virginidad política electoral, todos debemos reagruparnos como una sola oposición, no bajo la dirección de partidos acabados, sino por asociaciones civiles y sociales que representen a todos los sectores de la sociedad, algo que concluya en candidaturas independientes, ciudadanas, democráticas. Habrá quienes no lo crean necesario, que es una exageración, los morenistas peor, dirán que es una calumnia, una difamación, AMLO es bueno. Pero se les olvida que es un hecho notorio que pactó con el crimen organizado, que les prometió “abrazos, no balazos” que les dio impunidad a todas las bandas delictivas, que han operado y tenemos un país que ha rebasado todos sus récords de violencia, muertos y desaparecidos que nunca antes hemos visto, que visitó la tierra del Chapo cinco veces, se echó unos tacos con la mamá del Chapo, además recuerden que en la elección del 2018 y del 2021 declaró “que el crimen organizado se portó bien” no sin antes sentir repugnancia porque algunos actores políticos y/o candidatos fuimos víctima de levantones, amenazas, algunos fueron asesinados, que en la Tribuna más Alta de éste país López se retracto: “corrijo señor Guzmán Loera nada de que el Chapo, todos mis respetos” cuando el trato a opositores es de nulo respeto y consideración alguna, ¿Por qué será? Porque no necesita de opositores para sus planes, porque vamos hacia una dictadura, porque sus vínculos con delincuentes son obvios, tiene muy bien hechos sus amarres, pero empiezan a ocurrir ciertos fenómenos que lo empiezan a delatar, la excesiva droga que se está moviendo, transportando y llegando al extranjero, que está ocasionando fenómenos de adictos al fentanilo por calles y colonias enteras, pueblos zombies, que ya no están tolerando más los representantes de esas ciudades norteamericanas. Por eso mismo, desde Estados Unidos se empieza a señalar la complicidad de López Obrador con los cárteles mexicanos, se propone considerar terrorismo al narcotráfico y llegará el momento en que no haya salida para AMLO que seguir en el poder en México o enfrentar la justicia en el país del norte, por tanto, la conquista del 2024 será obligada para su impunidad, para su sobrevivencia, para su proyecto egocéntrico, quedando un incondicional a su modo en la Presidencia de la República para el próximo sexenio cueste lo que cueste.

Concluyo señalando lo siguiente, del incumplimiento a la ley y de la comisión de algún delito, los ciudadanos no tienen escapatoria, cárcel de inmediato, no así la clase política a la que defendemos por “un amor deformado” un orgullo mal entendido, que conlleva a la impunidad consciente de parte del pueblo a sus gobernantes, de modo tal, que ésta es la maldición que tenemos los mexicanos, no permitimos ver encerrados en la cárcel a quienes pusimos en el poder, a quienes nos hicieron daño, nuestros sentimientos de generosidad los perdona de todo cargo, tanto las atrocidades que hoy en día se están cometiendo, como las del pasado, es y ha sido la sociedad o parte de ésta la que encubre, justifica, tolera y defiende a sus delincuentes de cuello blanco, a pesar de que no gane nada, de mantener círculos viciosos y seamos los más dañados de aquellos que tendrán sus vidas resueltas de por vida gritando “viva la cleptocracia” gobierno de simulación, saqueo e impunidad.

No acepto las contradicciones de la vida, de la justicia. Una vez defendí como abogado a un jóven de 18 años por el delito de robo, resulta ser que el chavo estaba molesto con la vida por su condición de pobreza, desintegración familiar y se echó unos tragos. Pasó caminando por una unidad habitacional de Villa Coapa y vio que unos rateros de autopartes de automóviles dejaban unos espejos retrovisores echándose a correr, él los levanta y lo aprehenden vigilantes de la zona. Otro jóven de esa misma edad, le arrebató a una dama su monedero que solo llevaba veinte pesos, también fue detenido y llevado a prisión. Esos jóven estuvieron medio año en el reclusorio, salieron porque sus padres pagaron mis servicios, saliendo con antecedentes penales, para no quedarse años en un proceso penal interminable. Y con esto concluyo, al pueblo todo el peso de la ley y a los gobernantes toda la impunidad, gracias a la complacencia de parte de nuestra sociedad, de doble o triple moral.